En declaraciones a los periodistas en los pasillos del Congreso de los Diputados, donde acudió a defender los presupuestos de su Ministerio, Margallo añadió cinco turistas a los otros cinco de los que ayer constató que no se conocía su paradero, y mencionó por primera vez que tampoco se ha logrado localizar a cuatro de los 648 españoles que residen en la zona afectada.

El ministro calificó de "dramática" la situación, por tratarse de un tifón de una potencia tres veces y media superior a la del Katrina que azota una zona ya de por sí muy castigada por sacudidas sísmicas: unas 200 al año, dos de ellas esta misma noche, de 4,8 grados en la escala de Richter, y con previsión de que un nuevo tifón se aproxime a la región. Ante estas circunstancias, Margallo cree que hace falta una movilización internacional.

Por parte española, aseguró que el Gobierno está tratando desde el principio de localizar a sus compatriotas desde la Embajada y el Consulado, que ha habilitado la sala de crisis de emergencias consulares para recabar cualquier información y que es el único país que tenía un equipo de emergencia sobre el terreno. Además, subrayó que ha aportado ya un millón de euros en ayuda humanitaria y que ya ha ofrecido a Filipinas a cuatro de sus expertos.