Para la APM, el candado definitivo que se ha decidido echar a RTVV es una “clara muestra de la incapacidad de los políticos para asegurar la existencia de unos medios públicos independientes, transparentes y austeros”.

La APM juzga que “el precipitado cierre de la RTVV es una clara vulneración de los derechos de los trabajadores, víctimas de una gestión errática, más orientada a satisfacer las exigencias de los políticos de turno que las de los ciudadanos”.

“Los políticos deberían comprometerse en garantizar la existencia de unos medios públicos gestionados con rigor y austeridad, dotados de unos servicios informativos comprometidos con la veracidad, la ética y la independencia”, afirma en un comunicado la asociación que preside Carmen del Riego.