El recorrido migratorio de esta familia comenzó en 2010, en un país subsahariano. Tras atravesar diferentes países la familia se separó en Libia. La madre, presunta víctima de trata, llegó a España en un primer viaje, y tras ella debían haber llegado sus cinco hijos y su marido pero ese viaje nunca se produjo.

Gracias al servicio internacional de búsqueda de Cruz Roja se logró localizar a dos de sus hijos. Tras someterles a las pruebas de ADN y comprobar el vínculo familiar se iniciaron los trámites para intentar reunir a madre e hijos.

La Dirección General de Españoles en el Exterior y de Asuntos Consulares y Migratorios, del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha aceptado una sugerencia del Defensor del Pueblo y dotó de visados a los dos menores, que ya se encuentran en España con su madre.

El caso ha sido resuelto gracias a la colaboración de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Cruz Roja y una organización no gubernamental que trabaja en Marruecos, según una nota difundida por la oficina que dirige Soledad Becerril.