Así consta en el informe que ha elaborado la Secretaría General de la Cámara, tras el estudio que realizó de la bóveda una empresa especializada en topografía tras descubrirse que, con las obras de renovación de las instalaciones de climatización del hemiciclo, se habían tapado los disparos del 23-F que había en la tribuna de prensa.

De los ocho disparos que han salido a la luz, dos están en los plafones planos del techo, tres en la zona de la bóveda y tres en la faja sobre la cornisa de los focos, según el citado informe de la Secretaría General de la Cámara Baja.

En cuanto a los cinco disparos que desaparecieron de la tribuna de prensa, el informe señala que “desde el primer momento” se trasladó, tanto a los responsables de la Dirección General del Patrimonio del Estado como de la empresa adjudicataria, “la directriz clara y explícita” de que los impactos de bala del 23-F debían conservarse.

“En el caso de que por necesidades técnicas no fuera posible, debía informarse al órgano de gobierno del a Cámara”, añade el informe.

“Así, por ejemplo, se informó de que el nuevo sistema de climatización comportaba la sustitución de las rejillas situadas bajo la barandilla de tribunas y, en consecuencia, la pérdida de las marcas de disparos que allí pudiera haber. En este caso, se asumió esta circunstancia, indicándose que se conservaran por los servicios de la Cámara aquellas rejillas que tuvieran señales de bala, como así se ha hecho”, añade el informe.

Asimismo, añade que “la premura con la que se realizaron los trabajos (20 días del mes de julio y primera quincena de agosto), los problemas de la instalación, por el reducido espacio de que se disponía en la estructura de madera, así como la dificultad para acceder a la documentación sobre el 23-f, por su carácter reservado, han contribuido a la eliminación de algunas señales de la que no fueron conscientes ninguna de las personas que han intervenido en la obra”.

“A instancias de la mesa, se han iniciado los trabajos para realizar una publicación que recoja toda la documentación relevante existente en la Cámara sobre el intento de golpe de Estado de 1981 y para que la rejilla que incorpora los impactos de bala pueda ser expuesta en un lugar relevante del Palacio”, concluye.