Margallo hizo esta promesa en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso a instancias de la portavoz de UPyD, Irene Lozano. Lozano y también su colega de CiU, Jordi Xuclá, subrayaron que España, a diferencia de otros países europeos, no ha acogido apenas a refiguados sirios.

La portavoz de UPyD, además, calificó la política de España en Siria de equidistante y ambigua, pidió dar más ayuda humanitaria e instó a Margallo a que se apunte a la propuesta de Francia de eliminar el derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU cuando se trate de crímenes masivos.

Xuclá defendió que la vía política ha sido mucho más efectiva que lo que hubiera sido la militar y se negó a ser abogado de Bachar al Asad, como a su juicio lo fue, antes que él, el portavoz de Izquierda Plural, Joan Josep Nuet, quien criticó la política de "gatillo fácil" que preside las actuaciones de la comunidad internacional cuando interviene en países, puso a Siria como ejemplo de país multiétnico y multiconfesional y aseguró que la oposición es mucho peor que el Gobierno y podría instaurar un estado teocrático.

Los portavoces del PSOE, Álex Sáez, y el PP, José María Beneyto, discutieron sobre la política exterior del anterior Gobierno socialista y si el actual ha devuelto o no a España al centro de las relaciones exteriores. Según Sáez, España ya no forma parte del núcleo de países que dirimen el tratamiento a Siria.

Margallo, por supuesto, defendió que esto sí es así, aseguró que España siempre ha estado con la oposición siria y replicó que, sobre Gibraltar, sólo está tratando de mejorar la "postura deteriorada" en que la dejó el anterior Gobierno.