La diputada popular Soledad Becerril defendió la propuesta recordando que "hay una nueva UE" con competencias en seguridad, defensa y acción exterior, ampliada a 27 miembros y en la que el Tratado de Lisboa encomienda a los parlamentos nacionales la tarea de intervenir en la construcción y la legislación europeas.

En este nuevo contexto, señaló que a la Comisión Mixta para la UE le "falta un aspecto importante que tienen otros parlamentos", la posibilidad de controlar lo que el Gobierno va a hacer en relación con un acuerdo marco, un pacto o una cumbre europea.

A su juicio, esto habría sido interesante ante el Pacto por la Inmigración de 2008, la Directiva Bolkestein, los presupuestos comunitarios y ahora lo sería para la fijación de las cuotas pesqueras.

Los sucesivos portavoces mostraron su apoyo a la iniciativa con escasos matices. Por parte del PSOE, Alex Sáez Jubero aseguró que esta iniciativa viene inspirada por la transparencia que han mostrado los miembros del Gobierno a la hora de explicar las prioridades de la Presidencia europea.

Sin embargo, anunció que enmendará la "obligatoriedad" de las comparecencias, que no es tal por ejemplo en Alemania, y pedirá más "flexibilidad", contemplando también la de los secretarios generales de los diversos departamentos.

Gaspar Llamazares (IU-ICV-ERC) criticó la "mala técnica parlamentaria" que supone introducir la propuesta después de haber modificado la Ley 8/1994 de la Comisión Mixta para la UE ya hace unos días y anunció una enmienda para que no todos los temas relacionados con la UE se traten en dicho órgano, sino que también intervengan según su temática las distintas comisiones sectoriales.

Josu Erkoreka (PNV), que se preguntó cómo este "irrenunciable mecanismo de control del Ejecutivo, habitual en otros países de la UE", no se había instaurado antes, destacó la importancia de que los ministros comparezcan en el Parlamento "cuando todavía es posible matizar, retocar o influir sobre dicha postura", y se puede realizar "un control real, eficaz y efectivo, no protocolario y testimonial como sería el que opera sobre lo ya hecho".

Además, mencionó la obligatoriedad de que los ministros comparezcan también al final de cada presidencia semestral, que no había recordado la ponente popular, y anunció que su grupo solicitará la tramitación inmediata de la ley para que lo hagan ya al final del semestre español.

No obstante, señaló dos limitaciones a corregir durante la tramitación de la reforma: que el Gobierno no puede dar a conocer todas las cartas de su estrategia antes de los consejos de ministros de la UE y la conciliación de la Comisión Mixta con las responsabilidades de las comisiones sectoriales que ya había apuntado Llamazares.

Finalmente, Jordi Xuclá (CiU) vaticinó que la Comisión Mixta "va a tener una carga de trabajo de la que no es consciente", y anunció que enmendará la comparecencia obligatoria tras cada semestre porque los nuevos altos cargos de la UE han hecho que las presidencias semestrales, "diseñadas para UE de 12 o 15 miembros" cada vez tengan "menos sentido".