La firma de este acuerdo, que estaría solamente a a espera de que el ministro, José María García-Margallo, viaje a Bruselas por algún motivo, seguiría la línea del que ya se firmó en relación a la representación diplomática en Yemen, donde España mantiene un diplomático pero se ahorra todos los costes de mantener abierta una Embajada.

La integración de delegaciones diplomáticas españolas en las dependencias del Servicio Exterior Europeo, y la que se podría realizar con las de países iberoamericanos en terceros estados, con el objeto de reducir costes superfluos, son dos posibilidades que está promoviendo el ministro Margallo desde que tomó posesión del cargo.

Esta posibilidad, junto a su contrapartida simétrica de ofrecer a las comunidades autónomas que integren sus oficinas en el extranjero en la legación diplomática española, aparece formalmente recogida en el proyecto de Ley de Acción Exterior y del Servicio Exterior, que se enfrenta mañana al debate de enmiendas de totalidad en el Congreso de los Diputados.