En rueda de prensa, el presidente explicó que el documento contó con doce votos a favor y la abstención de los ocho presidentes del PP. La lectura jurídica es que no contó con la mayoría que el Reglamento establece para ser un acuerdo, ni siquiera una recomendación; la lectura política es que los presidentes de ese partido "no se corresponsabilizan" en la lucha contra la crisis a pesar de que tienen competencias en materia de empleo.

Añadió además que alguno de ellos lo expresó de forma "muy contundente", como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, a la que agradeció su "sinceridad" pero a la que advirtió de que confunde dos planos, ya que Gobierno y comunidades tienen competencias y si se trabaja conjuntamente "las cosas salen mejor, tiene más fuerza el compromiso".

Juzgó por ello "triste, lamentable" que los presidentes del PP hayan puesto el interés de su partido por encima del "sentido de la responsabilidad, la altura política, la visión de defensa del interés general" de respaldar un documento que además incorporaba el ochenta por ciento de las sugerencias del PP.

Era, aseguró, un texto "integrador" que supone un compromiso del Gobierno y una agenda "sólida" después de muchas horas de debate en el que participaron los agentes sociales, a los que agradeció su contribución y responsabilidad y que pudieron comprobar la voluntad de Gobierno y comunidades autónomas de preservar el diálogo social como la gran palanca para la recuperación.

Rodríguez Zapatero subrayó que la Conferencia de Presidentes es una institución "joven" en el sistema político español, y aseguró que aún "hace falta más lealtad y madurez institucional" por parte de algunos presidentes, como la que ha demostrado el lehendakari, Patxi López, "plenamente implicado" con los retos del Estado.

Expresó por ello su deseo de que el "rodaje", la mayor madurez de la institución, vaya permitiendo con el tiempo que la responsabilidad "sea lo que prime" a la hora de ponderar acuerdos.

A pesar de que el documento no fue respaldado por los presidentes del PP, Rodríguez Zapatero aseguró que el Gobierno lo asume en su integridad y se comprometió en su desarrollo "hasta las últimas consecuencias", lo que contrastó con el "yo no me mojo, me lavo las manos, es su problema", por el que se guió el PP.