Los agentes de la ONG de la Iglesia detectaron en 2012 una serie de consecuencias de esos recortes, como la sobrecarga de las familias, el aumento de la falta de cobertura en la población dependiente, la reducción de las prestaciones y los retrasos en la valoración y concesión de la ayuda concedida.

El documento afirma que, en general, “este tipo de recortes, unido a la lacra del desempleo, están produciendo una sobrecarga en la función protectora de la familia generando situaciones de desbordamiento y de mayor vulnerabilidad”.

En otro de los documentos que presentó este jueves la ONG católica, la Memoria 2012, Cáritas desvela que destinó 3.260.670 euros a la atención de 675 personas con discapacidad, una tercera parte procedente de fondos públicos.