Según informó el Instituto Armado, la banda desarticulada actuaba en toda Andalucía y se dedicaba a sustraer carburante desde tuberías de una importante empresa dedicada al transporte y distribución de hidrocarburos a nivel nacional.

La red llegó a sustraer miles de litros que luego vendían a una empresa de transportes de La Rinconada (Sevilla). Los investigadores han conseguido intervenir 6.500 litros de gasoil, valorados en 10.000 euros, además de siete vehículos y numerosos efectos de telefonía.

La investigación comenzó a principios de año, cuando la Guardia Civil de Sevilla recibió una denuncia de varias sustracciones de gasoil llevadas a cabo directamente en el oleoducto.

CUMBUSTIBLE EN BRUTO

En el transcurso de la investigación, una patrulla de Tráfico identificó un camión en el que hallaron seis contenedores cargados con 1.000 litros de gasoil. Una vez analizados, se comprobó que no contenían aditivos, por lo que se sospechó habían sido extraídos directamente de la tubería de un oleoducto.

La organización utilizaba varios modus operandi para sustraer el combustible. Comenzaron a extraer combustible en densímetros situados en la zona del Aljarafe, pero, al ser detectados por la empresa perjudicada, los detenidos cambiaron de modus operandi.

El nuevo método consistía en acceder al oleoducto por lugares ocultos y de difícil acceso y cavar a unos tres metros de profundidad. Realizaban, de forma muy profesional, un agujero en la tubería (con el grave riesgo de producir una deflagración de la gasolina o keroseno transportado).

A continuación, los investigados instalaban un sistema que permite la extracción del gasoil, y extendían las mangueras especiales para la conducción de este tipo de líquido bajo tierra hasta las naves industriales donde rellenaban los contenedores antes de distribuirlos.

FURGONETA ESPECIAL

El último método detectado se verificó sobre tramos del oleoducto más accesibles e introdujo la modificación de emplear una furgoneta a la que previamente le había sido practicado un agujero en el suelo, por el cual se introducía la manguera que rellenaba los depósitos, permitiendo a la organización absoluta discreción durante estas operaciones.

El jefe de la organización era el verdadero especialista en realizar las perforaciones y ensamblar las conducciones desde la tubería del oleoducto hasta el exterior, así como el encargado de organizar al resto de los integrantes del grupo.

Asimismo, se ha detenido a otras 15 personas todas ellas de origen lituano y vecinos de Sevilla, entre ellas dos empleados de una empresa de Huelva encargados de suministrar las tuberías y válvulas de alta presión a la organización, así como a los responsables de la extracción y distribución del combustible.

La organización criminal se encontraba en trámites para crear una empresa para el blanqueo de los beneficios obtenidos. Tanto los detenidos como las diligencias realizadas por la Guardia Civil fueron entregadas al juzgado de guardia de Sevilla.