Cospedal reconoció la legitimidad de la protesta de Haidar y afirmó que está en su derecho de llevarla hasta la "extenuación", pero pidió al Ejecutivo de Zapatero que se emplee a fondo para evitar que se pueda poner en riesgo su vida.

Para el PP, la actual situación es producto de una "terrible torpeza" del Gobierno, que actuó de manera "negligente" y que ahora está obligado a "intensificar sus contactos diplomáticos" para tratar de resolver el conflicto "lo antes posible".

La secretaria general del PP argumentó en defensa de la libertad de expresión de la activista e insistió al Ejecutivo socialista que tiene una responsabilidad sobre la vida y la integridad de Haidar mientras se encuentre en territorio nacional.