Para el secretario de Estado, tiene “cierta lógica” que todas las prestaciones, incluidas las de muerte y supervivencia o de incapacidad, “se vayan amoldando a la realidad”, para lo que “tienen que estar sometidas permanentemente a revisión”.

Entre los aspectos que se tienen que ir adaptando, incluyó, por ejemplo, los requisitos para acceder a ellas, una posible limitación temporal o su compatibilidad con otras prestaciones.

En este sentido, apuntó que en la actualidad hay 8,3 millones de pensionistas, mientras que el número de prestaciones reconocidas asciende a 9,1 millones. Estos datos muestran que “cerca de un millón de pensionistas compatibilizar más de una prestación”.

Asimismo, Burgos admitió que las pensiones de viudedad es uno de los elementos que “podrían estar sometidos a revisión”, pero dejó claro que el Gobierno “no ha hecho ninguna propuesta en este sentido”.

El secretario de Estado insistió en que “todas las medidas” que se propongan y que puedan servir para mejorar el sistema “serán bienvenidas”, aunque añadió que deberán tener un “amplio diálogo” antes de su incorporación a la reforma.

De esta forma, aseguró que el Ejecutivo está “abierto a las aportaciones” que realicen los grupos parlamentarios durante el trámite de la ley, siempre y cuando “sean razonables” y “mejoren” la propuesta actual.

También explicó que el Gobierno ha adelantado la entrada en vigor del factor de sostenibilidad respecto a lo previsto en la reforma del año 2011, porque “la realidad actual es distinta”.

En este sentido, apuntó que la Seguridad Social cerrará el año con un déficit cercano a los 14.000 millones de euros, aunque se mantendrá con una afiliación que superará “ampliamente” los 16 millones de euros.

Sobre el nuevo índice de revalorización, sostuvo que supone “una garantía” de que la cuantía de las pensiones “no será reducida ni congelada” ya que se establece el umbral mínimo del 0,25%.

Asimismo, sobre el umbral máximo, que será del IPC más 0,25%, explicó que tiene como objetivo que “el Fondo de Reserva se siga dotando significativamente”.

Por otro lado, aseguró que cuando la economía crezca y opere con normalidad, las pensiones tendrán una “revalorización potente” que “coexistirá” con periodos con una inflación “más moderada”.

Precisamente, en cuanto al uso del Fondo de Reserva, al que el Ejecutivo deberá recurrir de nuevo para el abono de la paga extra de Navidad, defendió que sirve para “transmitir tranquilidad” a los ciudadanos. “Es un fondo que nos da un respiro”, dijo Burgos, aunque añadió que “tiene un límite” y, por eso, “nos debe llevar a tomar medidas”.

Por último, se refirió a la posibilidad de incrementar las bases máximas de cotización durante el próximo año, en línea con el aumento realizado en 2013.

Sobre este tema, apuntó que durante años las bases mínimas han ido creciendo mientras que las máximas han estado congeladas, lo que ha llevado a un modelo “absolutamente desajustado”.

No obstante, añadió que para 2014 el Gobierno estudiará “qué medidas podemos tomar para que el sistema gane en equidad y contributividad”.