La operación se inició cuando los agentes le dieron el alto al vehículo que conducía el detenido, reclamado por tres comisarías y por seis juzgados, que se dio a la fuga poniendo en peligro la vida de los guardias civiles.

Tras ello, la patrulla alertó de la huida de este vehículo y se comprobó lo había sido sustraído en la localidad murciana de Alcantarilla.

La Guardia Civil puso en marcha un dispositivo con las patrullas de Seguridad Ciudadana y de Tráfico en la zona con el objetivo de localizar el vehículo fugado.

Asimismo, se unió el helicóptero de la Guardia Civil de Granada, con el que se consiguió localizar el vehículo en la carretera que une las localidades de Íllora y Zujaira-Pinos Puente.

Una vez localizado se inició una persecución por la A-336 que finalizó en la Cuesta de Velillos en el municipio de Pinos Puente, donde el coche quedó inmovilizado en un socavón del camino. Hasta entonces el fugado había burlado cuatro puntos de interceptación en donde las distintas patrullas intentaron darle el alto y en donde los guardias civiles tuvieron que saltar a la cuneta para no ser atropellados.

Una vez que el coche quedó inmovilizado el detenido intentó huir y esconderse entre la maleza de un campo cercano, pero no pudo evitar que los guardias civiles que tripulaban el helicóptero lo vieran, por lo que finalmente optó por entregarse.

Se le imputa los delitos de robo de vehículos y contra la seguridad vial por conducción temeraria.