CSI-F, sindicato mayoritario en el sector, explicó en un comunicado que sólo en el último mes se han interceptado en la misma cárcel "varios relojes espías, microcámaras, teléfonos móviles de alta tecnología y tarjetas SIM".

Los internos tratan "en muchas ocasiones" de vulnerar los controles, como ha sucedido con las imágenes de Bárcenas, introduciendo piezas sueltas del teléfono y posteriormente montándolas a escondidas para disponer de un aparato de grabación. Por "el tipo de plano, el movimiento de la cámara y el punto desde el que han sido tomadas", el sindicato da por hecho que el vídeo del extesorero del PP lo grabó un interno.

Por este motivo, denunció que los medios para vigilancia y control de los recursos son insuficientes porque el módulo donde se tomaron las imágenes de Bárcenas alberga a 140 internos que dependen únicamente de dos funcionarios, lo que supone "una plantilla a todas luces insuficiente".

CSI-F defendió la "profesionalidad de los funcionarios de prisiones en su labor diaria pese a las dificultades y la restricción de medios" y se quejó de que "ya se han producido casos similares en el pasado" en la prisión de Topas y en la de Valdemoro, que también pusieron en entredicho la seguridad de las prisiones.

Además, criticó que el reglamento disciplinario para este tipo de situaciones es muy generoso, con faltas que van desde la privatización de paseos a días de aislamiento. Sin embargo, incluso en estos días de aislamiento, se le da al interno la posibilidad de salir al patio durante cinco horas.