Detenidos en Tarragona tres paquistaníes por tratar como 'esclavos' a temporeros de su país
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La Guardia Civil ha detenido en Tarragona a tres personas de origen paquistaní que se dedicaban a extorsionar a compatriotas que trabajaban en el campo, a los que exigían una ‘cuota’ y les obligaban a vivir hacinados en viviendas controladas por sus explotadores.
Según informó el Instituto Armado, a los arrestados se les imputan delitos por trata de seres humanos con fines de explotación laboral.
La investigación se inició el pasado mes de mayo, al detectarse actividades ilícitas de un grupo compuesto por ciudadanos de origen paquistaní, que se dedicaba a extorsionar compatriotas de forma sistemática. Como posibles víctimas fueron identificadas en torno a 50 personas, todas paquistaníes, que se desplazaban a las fincas agrícolas donde trabajaban como temporeros en la recolección de fruta de temporada.
El dispositivo, llevado a cabo en la localidad de Benissanet (Tarragona), ha culminado con la detención de los tres integrantes de este grupo criminal. Se han practicado cuatro registros en diferentes domicilios de este municipio, donde se ha intervenido diversa documentación relacionada con los delitos de los que se les acusa.
Los ahora detenidos aprovechaban la situación económica precaria de sus víctimas, les embaucaban mediante ofertas de trabajo y actuaban como “mediadores” entre estos y las empresas agrícolas de la zona. Les pagaban para ello los gastos de desplazamiento desde Paquistán y, una vez en España, los alojaban en viviendas arrendadas, donde convivían con ellos para tenerlos controlados las veinticuatro horas del día.
‘CUOTA’ Y CHINCHES
Una vez conseguido un contrato laboral para la víctima, la explotaban laboralmente y la sometían a un riguroso control de sus actividades. Cuando alguna de las víctimas pretendía desligarse de la banda, se la perseguía, coaccionaba y amenazaba sistemáticamente, amenazas que se extendían a sus familiares en su país natal. Incluso alguna víctima fue agredida sexualmente.
A los extorsionados se les establecía una serie de perfiles, de manera que se les exigía una cuota que podía ser fija o variable, dependiendo de si su situación era regular o irregular en España. Se les obligaba al pago de cantidades por conceptos de alojamiento; manutención; transporte a los campos de trabajo; y la obligatoriedad de comprar alimentos a sobreprecio en una tienda de alimentación de la comarca propiedad de los explotadores.
Los alojamientos facilitados por la banda eran viviendas que no cumplían los mínimos requisitos de habitabilidad, donde los extorsionados vivían hacinados en pequeñas habitaciones, en malas condiciones higiénicas y con focos latentes de bacterias, insectos, chinches y cucarachas.
Los tres detenidos enviaban las ganancias ilícitas y no declaradas directamente a Paquistán, mediante empresas de envío de dinero. Durante la intervención se ha contado con la colaboración de inspectores de Trabajo del Departamento de la Seguridad Social en Tarragona.
(SERVIMEDIA)
09 Sep 2013
NBC