El propio Griñán anticipó sus planes a finales de julio, concretamente el día 24 de ese mes, cuando confirmó su inminente dimisión. Un mes antes había anunciado que no se presentaría a la reelección, iniciando así un proceso de sucesión mediante elecciones primarias.

Sólo su consejera Susana Díaz logró los avales necesarios para hacerse con la candidatura sin pasar siquiera por una confrontación en las urnas con ningún otro aspirante, por lo que fue designada candidata sin mayores contratiempos.

Con ese escenario, y con acusaciones de algunos sectores del partido por la premura de la convocatoria de las primarias, Griñán puso fecha a su despedida, el primer Consejo de Gobierno tras las vacaciones, convocado para el martes 27 de agosto.

Susana Díaz expondrá el jueves su programa ante el Comité Regional del PSOE de Andalucía, y la siguiente semana, los días 4 y 5 de septiembre, afrontará el debate de investidura ante el Parlamento autonómico.

Tomará posesión el día 7 y será en ese momento oficialmente presidenta de la Junta de Andalucía, y como tal deberá formar su Gobierno.

Su principal reto a partir de ahí será mantener el acuerdo de Gobierno con Izquierda Unida tras los cambios internos en la coalición, y sacar adelante los presupuestos para el próximo año.

Por el momento, los socialistas andaluces no quieren hablar de elecciones y reiteran que el objetivo es agotar la legislatura, pero no son pocos los que dudan de que ese objetivo sea posible.