Rajoy sacó a relucir el papel del presidente de honor del PP durante su intervención en el congreso que el Partido Popular Europeo (PPE) celebra esta semana en Bonn (Alemania).

Ante sus colegas del centroderecha europeo, Rajoy subrayó que la reciente creación del cargo de presidente estable de la UE fue defendida por Aznar durante sus ocho años como presidente del Gobierno y ahora "es ya una realidad".

Sin embargo, apuntó que "el Tratado de Lisboa no es un fin en sí mismo, sino un instrumento para acercar Europa a los europeos" pues "debe ser un instrumento para articular políticas útiles a los ciudadanos en las que se vean reflejadas los valores que compartimos".

Al cónclave del PPE asisten líderes europeos como la canciller de Alemania, Angela Merkel; el primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el nuevo presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

También han confirmado su asistencia el primer ministro de Francia, Francois Fillon; el primer ministro de Luxemburgo, Jean Claude Juncker, y el presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek.

CRÍTICAS A ZAPATERO

Rajoy aprovechó también para arremeter contra el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por su política económica, que ha provocado que "España hoy vuelve a sufrir en toda su crudeza la tragedia del paro".

Denunció que los gobiernos socialistas "se muestran incapaces de combatir con eficacia este drama social", mientras el Partido Popular "tiene las ideas claras y representa hoy día la alternativa real al paro y al déficit público" de Zapatero.

Rajoy trató de convencer a sus socios europeos de que todas las encuestas de opinión en España "marcan de forma unánime que el relevo se va a producir en las próximas elecciones generales", con lo que el PP volvería a La Moncloa.

Sin embargo, explicó que, como "todavía queda tiempo", ha cerrado un acuerdo con el Gobierno de Zapatero sobre las líneas maestras que seguirá la Presidencia española de la UE que comienza el 1 de enero de 2010.

No obstante, criticó que"hay algunos puntos en los que no ha sido posible el acuerdo", como la dictadura cubana, porque Zapatero "parece empeñado en cambiar la posición común de la Unión sin que se produzcan antes cambios democráticos en la isla caribeña".

Rajoy dejó claro que la posición del PP "consiste en vincular cualquier cambio a la defensa de los derechos humanos y al apoyo de la Unión Europea a la oposición democrática y pacífica cubana".

Finalmente, apuntó que la política exterior de la Unión "no puede vaciarse de valores" sino que "los derechos humanos, la libertad y la democracia deben inspirar nuestra proyección en el mundo".