Un portavoz de AENA consultado por Servimedia explicó que al final han sido unos 30 vuelos los que han llegado a Barajas con más de una hora de retraso como consecuencia de esta regulación.

Dicha restricción al aterrizaje de vuelos fue decretada por la existencia de un cúmulo de nubes bajas encima del aeropuerto que no permitía mantener el ritmo normal de aterrizajes. Al no tratarse de problemas de niebla el despegue de los aviones no se ha visto afectado por este motivo.

Según AENA, el efecto de esta regulación no ha sido muy importante si se tiene en cuenta que durante toda la jornada está previsto que 600 vuelos despeguen desde Barajas.

Por su parte, fuentes de las aerolíneas explicaron a Servimedia que el origen de los retrasos se puede deber también a la actitud de los controladores que podrían estar realizando una huelga de celo.

Además, advirtieron que la regulación ha tenido efecto también en la salida de algunos vuelos, que no han podido partir a la hora prevista como consecuencia de haber sufrido retrasos en el aterrizaje.