Así lo anunció la ministra de Fomento, Ana Pastor, en una comparecencia en el Congreso de los Diputados, en la que explicó que “conforme a este análisis se van a ir tomando las decisiones que se entienda que mejoran la seguridad”.

“Mi objetivo no es otro que se sepa toda la verdad de lo que ocurrió y evitar que otro accidente como ese vuelva a ocurrir”, aseguró Pastor, quien añadió que “no descansaré hasta que lo consiga”.

Entre otras materias, Fomento se plantea mejorar la ubicación de los equipajes en los vagones, incrementar la información en los controles de acceso ferroviario o implantar un sistema integrado y único de comunicación para los maquinistas a través de un dispositivo de manos libres.

Por otro lado, Pastor destacó que el 15 de mayo la Agencia Europea del Ferrocarril (ERA) emitió un informe sobre la seguridad en España, en el que se concluía que el riesgo para los viajeros era del 14,2 (mínimo exigido 170) y el riesgo para los profesionales del 0,1 (mínimo exigido 77,9%).

En una intervención de más de una hora y media, la ministra realizó un exhaustivo repaso de las actuaciones realizadas por su departamento desde el momento del accidente. Reveló que en ese momento se hallaba reunida con el presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, y el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá.

Estos tres altos cargos de Fomento y de Renfe tuvieron conocimiento del accidente unos 10 minutos más tarde, a través de una comunicación del Centro de Regulación de la Circulación (CRC) de Renfe, con la que había contactado el conductor tras descarrilar. Esa misma noche se movilizaron 436 trabajadores de Renfe y Adif.