En su comparecencia en el Congreso en el Congreso de los Diputados, Gómez-Pomar indicó que Renfe solicitó esta medida a la Dirección de Seguridad de Adif porque el sistema Ertms daba problemas a la hora de ser utilizado en ese tramo de velocidad alta por esos trenes.

En dicha comparecencia, el máximo responsable de Renfe presentó un relato conciso de la circulación del Alvia 151 entre Madrid-Chamartín y el punto del accidente. Reveló, por ejemplo, que 7 personas no tomaron el tren en Madrid pese a contar con billetes.

El tren partió de Madrid con 235 pasajeros y tras pasar por Medina del Campo (Valladolid), Zamora, Puebla de Sanabria (Zamora)y A Gudiña (Ourense) llegó a Ourense con 221 pasajeros, que seguían ruta hasta Santiago o estaciones posteriores, a las 19.57 horas. Allí, se separó del tren un convoy con destino a Vigo (Pontevedra) y Pontevedra.

Además, viajaban en el tren 6 trabajadores: el maquinista, el interventor, dos trabajadores de Cremonini (la empresa que se encarga de la restauración), un agente de seguridad y un conductor fuera de servicio.

USO TELÉFONO MÓVIL

En cuanto al uso del teléfono móvil profesional del maquinista, explicó que el reglamento recomienda que en momentos críticos de peligro durante la conducción el dispositivo debe permanecer en un modo silenciado, algo que según lo revelado por el registro de la caja negra no se cumplió, ya que se escuchó un politono durante 9 segundos antes de que el conductor respondiera a la llamada del interventor.

También aconseja no mandar ni recibir mensajes de texto o correo electrónico y limitar la conversación a lo estrictamente necesario. Dicha conversación entre maquinista e interventor se prolongó durante un minuto y 40 segundos y concluyó 11 segundos antes del descarrilamiento.

En referencia al maquinista, reveló que hasta el momento del accidente había conducido 2 horas y 7 minutos y que llevaba trabajando 8 horas y 46 minutos, ambos periodos situados dentro del límite legal.

Su jornada había empezado en A Coruña, de donde partió a las 11.55 horas en un viaje sin servicio a Pontevedra, a donde llegó a las 13.35. En esa ciudad tomó el mando del tren Alvia con destino Madrid que partió a las 14.42 horas y lo llevó hasta Ourense, llegando a las 16.49.

Desde entonces esperó al Alvia siniestrado y realizó, entre las 17.13 y 17.35, la preparación de una locomotora y su puesta en marcha para remolcar otro tren.

Por otro lado, Gómez-Pomar explicó que el conductor ha decidido que los servicios jurídicos de Renfe se encarguen de su defensa, algo que se contempla en el convenio y que dichos costes serán asumidos por la aseguradora.

El maquinista es empleado de Renfe desde 1982. Desde 2003 es maquinista y desde 2008 maquinista principal. En diciembre de 2010 obtuvo el traslado a Coruña para encargarse de líneas de larga distancia.

En febrero de 2012 obtuvo la habilitación para la línea de Santiago. En los últimos 5 años ha realizado 31 cursos de formación relacionados con la seguridad.

La última vez que superó las pruebas psicofísicas del centro homologado de Renfe fue el 21 de septiembre de 2010. Estas pruebas tienen una validez de 3 años.

Sobre el tren, el máximo responsable de Renfe reveló que hasta salir de Chamartín había registrado 918.251 kilómetros, a un ritmo de 183.650 al año. Añadió que había superado más de 50 inspecciones, la última en la mañana del 24 de julio, la fecha del accidente.

En esa revisión, se verificaron, entre otros, los sistemas de comunicaciones y seguridad, los de freno automático y manual y los sistemas de seguridad embarcados y de control de velocidad.

Gómez-Pomar señaló que ese tipo de tren había realizado el tramo entre Ourense y Santiago un total de 1.086 veces y que por ese tramo han circulado trenes en más de 7.000 ocasiones.

En cuanto a las actuaciones de Renfe tras el siniestro, destacó que abrió desde el primer momento una investigación interna y que tiene el compromiso de seguir trabajando para que se puedan conocer cuanto antes las circunstancias y causas que produjeron el accidente para poder tomar medidas que impidan que vuelva a producirse un suceso de esta naturaleza.

Por último, expresó su recuerdo por “todas y cada una de las 79 víctimas mortales” y se unió al “dolor y tristeza que acompaña en estas fechas a sus familiares, amigos y allegados”.

También pidió “la pronta recuperación de los lesionados, tanto física como afectivamente” y explicitó su “reconocimiento a todos los que contribuyeron hasta la extenuación para paliar sus efectos.