Según informó hoy la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid, con la ayuda de cizallas, los delincuentes cortaban las cadenas de seguridad o los candados que protegían las bicicletas, que después eran vendidas a otra persona que se encargaba de revenderlas en una tienda de empeños de Madrid.

Las investigaciones comenzaron el pasado mes de agosto al recibirse varias denuncias en Las Rozas y Majadahonda por el robo de bicicletas que se hallaban en garajes o aparcadas en la vía pública. La principal pista la aportó la grabación de las cámaras de seguridad de un garaje de Las Rozas, en las que se veía a tres personas robando tres bicicletas.

Varios días después, una patrulla de la Policía Local de Majadahonda identificó a un varón en un vehículo que portaba cinco bicicletas en su interior, varias de las cuales habían sido denunciadas como sustraídas. El hombre relató que las bicis se las había vendido un marroquí afincado en Las Rozas y que desconocía su procedencia, lo que permitió a los agentes llegar hasta el suministrador.

La tercera vía de investigación se abrió tras el robo de varias bicicletas en las inmediaciones de un instituto de Las Rozas. La colaboración de varios testigos permitió la identificación de dos autores, un hombre y una mujer, que eran amigos del suministrador.

Con estas evidencias, la Guardia Civil detuvo a uno de los sospechosos, que confesó su participación en los robos e incriminó al resto de personas investigadas.

También afirmó que dos de esas personas habían cometido el pasado 26 de noviembre el robo de un bolso por el método del "tirón" en los exteriores de un centro lúdico de Las Rozas.

Los seis detenidos, que ya han sido puestos a disposición judicial, cuentan con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio, sumando 22 detenciones entre todos ellos.