Según informó la compañía, estos resultados se han obtenido en un marco de "optimismo relativo" para el sector, "que mostró signos de fortaleza a pesar de las previsiones del FMI para la zona euro y Estados Unidos, algo peores de lo esperado".

La cadena hotelera vaticina una "excelente" evolución durante la temporada alta que beneficiará a los complejos vacacionales de Meliá en todo el mundo. En España, por otra parte, las previsiones y las ventas de junio y julio, "permiten mantener la confianza en una buena temporada de verano", especialmente en las Islas Baleares y la costa peninsular, que podrían beneficiarse del impacto de la inestabilidad en el norte de África.

Por su parte, los ingresos operativos sumaron 674,6 millones de euros, un 3,95 más con respecto al primer semestre del año pasado.

De este modo, el Ingreso por habitación Disponible (RevPAR) mejoró un 5,5%, lo que contribuyó al incremento del 16% del Ebitda.

En España, Meliá mantuvo la doble tendencia de los últimos tiempos, al registrar los hoteles vacacionales de Meliá un incremento de su RevPAR de aproximadamente el 7%. De confirmarse la tendencia, la temporada en Baleares, Costa del Sol y Benidorm permite apuntar a unas cifras de ventas ligeramente superiores a las del año anterior, pudiendo los hoteles vacacionales de la División Mediterráneo superar los máximos históricos registrados en el año 2007.