En el comunicado se especifica que la caída de la venta se ve “lastrada” por el aumento de la tasa de paro juvenil, que según publicó la Encuesta de Población Activa (EPA) ascendió al 56,1%, 2,5 puntos más que el año pasado, y que el mercado de motos ligeras “es muy sensible a la evolución del mercado laboral juvenil”.

En este sentido, el descenso se debe a un “motivo puramente económico” porque la mayoría de contratos que se realizan a jóvenes son temporales.

La organización prevé que esta tendencia se mantenga a medio plazo y se observa un desplazamiento hacia las motos de segunda mano, que hasta junio se vendieron 38.996, un 10,5% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior.