Alonso sostuvo, en declaraciones a Servimedia, que los pitidos dirigidos al himno español fueron “minoritarios” y “orquestados”, y se enmarcan tanto en “la mala educación" como en "una campaña política”.

Aseguró que, aunque la pitada forma parte del ejercicio de la libertad de expresión, este tipo de manifestaciones están “fuera de lo que sería el marco de la convivencia que nos da nuestro Estado de derecho”, a la vez que destacó la importancia de respetar los símbolos.

Cuestionado por la destitución del número dos de la Marca España, Juan Carlos Gafo, después de publicar en su Twitter, tras la pitada, la frase “catalanes de mierda, no se merecen nada”, Alonso declaró que su cese es “lógico” y “oportuno”.

Por otra parte, con respecto a las afirmaciones del consejero de Empresa y Empleo de la Generalitat, Felipe Puig, según el cual la Marca España es un “lastre” y “no vende” y “no aporta valor” a Cataluña, Alonso manifestó que “la idea que se quiere vender entre los separatistas es que España es un lastre para el desarrollo de Cataluña”. “Si Cataluña está donde está y tiene el poder económico que tiene en la actualidad es consecuencia de su pertenencia a España”, añadió.