Lo hizo en el acto inaugural de los trabajos, que tuvo lugar hoy en el municipio coruñés de O Pino, donde anunció también que el próximo 17 de diciembre licitará el acceso al puerto exterior de Coruña por 50 millones de euros y que en 2010 se licitarán las primera actuaciones de la circuvalación de Pontevedra de la futura A-57.

Evocando su origen, Blanco definió la autovía de Lugo a Santiago como una "tema personal para el que siempre tengo ánimos" y resaltó la importancia de esta obra porque "mi querida ciudad de Lugo" es la única ciudad gallega "sin autovía directa de contacto con la capital de Santiago", lo que obliga a los conductores a elegir entre distintos itinerarios combinados.

De ahí, señaló, la necesidad de contar con un medio de conexión "rápido, directo, seguro y funcional", del que hoy se inicia un nuevo tramo con el que se da continuidad al Santiago-Lavacolla abierto en 2001.

Blanco destacó que la inversión de 60 millones de euros prevista para esta vía en 2010 es "responsable y rigurosa", porque "no voy a presupuestar más de lo que podamos gastar en cada ejercicio". Así, calificó la dotación de "realista" y subrayó que "combina austeridad y ambición" sin "alimentar falsas esperanzas".

Blanco descartó poner una fecha de finalización a la autovía de Santiago a Lugo porque hubo que modificar el trazado "muy desviado al sur, lo que alargaba el tiempo de recorrido y dejaba sin servicio núcleos importantes", explicó, del tramo de 28 kilómetros entre Arzúa y Palas de Rei, "que está más retrasado".