Según informó el Instituto Armado, en la operación han sido detenidas seis personas de origen kosovar. Cinco de los arrestos se han producido en Palma de Mallorca y el sexto en San Sebastián.

Para acceder a las cajas fuertes, la banda usaba el procedimiento del butrón “orificio en la pared o techo”. Además, días antes del robo en los hoteles, uno de los miembros del grupo se alojaba en estos establecimientos para conocer horarios de los empleados, ubicación de las cajas fuertes, sistemas de seguridad, etc.

Las investigaciones se iniciaron el pasado mes de abril, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la actividad delictiva de un grupo de personas de nacionalidad kosovar, asentado en varias provincias españolas, que pudiera estar planificando robos en hoteles y polígonos industriales de la isla de Mallorca.

A mediados del mes de mayo y a requerimiento del jefe de la organización, residente en Palma de Mallorca, el grueso del grupo se desplazó desde la Península a la isla para llevar a cabo su actividad delictiva durante los meses de mayor afluencia turística. El cabecilla de la banda se encargaba de los gastos de alojamiento, viajes y otras necesidades de sus compinches.

RELACIONES EN EL HOTEL

Para llevar a cabo su actividad delictiva, el grupo también contaba con la colaboración de ciudadanos españoles, que les facilitaban información sobre las medidas de seguridad y ubicación de las cajas fuertes existentes en las naves y en los establecimientos en los que posteriormente llevaban a cabo sus robos.

La especialidad de la organización era el robo de cajas fuertes instaladas en habitaciones, recepción o despachos de hoteles. Su procedimiento de actuación pasaba por alejarse en los hoteles varios días antes del robo.

Se enteraban así de los horarios de los empleados; ubicación de las cajas fuertes en habitaciones y despachos; localización de cámaras y sistemas de seguridad. Esta información se trasladaba al grupo operativo de la banda, de forma que pudiera llevar a cabo el robo con garantía de éxito.

En alguno de estos hechos, el integrante del grupo que ya llevaba días hospedado en el hotel, se ganaba la confianza de empleados y con gran habilidad se encargaba de distraer a los empleados de la recepción para que se ausentasen de su puesto, momento en que se valían de sus cómplices para sustraer el dinero o cajas de seguridad.

Para los desplazamientos por la Mallorca, la red empleaba vehículos que alquilaba con documentación falsa. Con ocasión de las detenciones y los registros domiciliarios practicados en la fase de explotación, los agentes intervinieron diverso material empleado en los robos (transmisores portátiles, herramientas, pasamontañas, guantes, sistemas electrónicos e informáticos, documentos de identidad falsos, etc).