En este sentido, la fundación recuerda la responsabilidad de los poderes públicos en la protección de “los más vulnerables” y aseguró que la disminución de las becas y ayudas está motivando un aumento del abandono escolar y reduciendo el profesorado destinado a atender a personas con necesidades especiales.

La entidad presentó un informe, realizado en base a la situación de familias de 70 localidades diferentes de 14 comunidades autónomas, que concluye que el desempleo en la comunidad gitana roza el 42% y obliga a muchas familias a abandonar sus casas, al no poder hacer frente al pago de la hipoteca o de suministros básicos como la luz o el agua. Así, las consecuencias no solamente4 las sufren los gitanos, sino toda la sociedad, puesto que se está produciendo un aumento de hacinamientos en chabolas.

El documento señala que la peor situación la soportan los gitanos procedentes de países de Europa del Este, como Rumanía o Bulgaria, que no tienen el colchón de la familia para poder hacer frente a estas situaciones.