En su intervención en el Fórum Europa, organizado por Nueva Economía Fórum, se refirió al debate pendiente sobre laicidad como uno de los retos que debe afrontar el PSOE.

El partido, aseguró, ya ha hecho una reflexión "bastante profunda" a partir de los datos según los cuales la mitad de la población española se declara católica y el 25% católica practicante.

En su opinión, el hecho religioso no es solo algo que forma parte de la intimidad de cada cual, sino que hay que darle una "dimensión política" en la medida en que las decisiones políticas afectan a la capacidad de los ciudadanos para ejercer ese derecho.

Pero cree también que España tiene pendiente un proceso de "aconfesionalidad pública" porque la identidad católica está aún "demasiado presente" en la esfera pública.

En su opinión, hay que ir avanzando "pausadamente" y de forma positiva, "no con leyes impositivas", hacia lo que él llama una "laicidad incluyente" donde todos los ciudadanos se sientan cómodos con su sentimiento religioso.

Además, cree necesario "reordenar" la financiación de la Iglesia católica porque ahora está basada en la "voluntariedad forzosa" mediante los impuestos, y la propuesta del PSOE es avanzar hacia la autofinanciación.

Junto a todo ello, considera necesario resolver el problema de la enseñanza de religión, toda vez que la Lomce "vuelve atrás" al imponerla como asignatura obligatoria.

Jáuregui considera demostrado que la relación de España con el Vaticano es "anacrónica" y, por ejemplo, "no es razonable" que los ciudadanos paguen con sus impuestos profesores de religión sobre los que solo la Iglesia católica tiene competencias.

Con todo ello, aboga por una reflexión "serena y muy pausada" como la que está haciendo el PSOE, y cree necesario también que los socialistas "admitamos en nuestra casa" a quienes se sienten tan cristianos como socialistas.

Subrayó que muchos partidos socialdemócratas tienen una fuerte corriente interna en ese sentido y "ya es hora" de que la tenga también el PSOE. Argumentó, en ese sentido, que muchos socialistas lo son precisamente porque son cristianos, y tienen un compromiso "muy intenso" con determinados valores éticos.