Más de la mitad de los pacientes en tratamiento por dependencia de opiáceos conduce y maneja maquinaria pesada a diario
- Según un estudio realizado por médicos españoles
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El 52% de los pacientes que se encuentran en tratamiento por dependencia de opiáceos conduce un vehículo y maneja maquinaria pesada a diario, a pesar de que existen evidencias de que la medicación prescrita para dicha adicción afecta la capacidad de llevar el volante al disminuir el estado de alerta.
Así lo revela el estudio 'Driving and legal status of Spanish opioid-dependent patients (Conducción y situación legal de los pacientes españoles dependientes de opiáceos)', realizado por médicos españoles y publicado en la revista 'Substance Abuse Treatment, Prevention, and Policy'.
El estudio indica también que dos de cada tres pacientes que conduce lo hace por motivos de ocio y un 12% por causas profesionales. Además, algunos de los pacientes también consumen otras drogas al mismo tiempo.
Sin embargo, el informe señala que está demostrado que los programas con agonistas opiáceos funcionan y que los pacientes desempeñan sus actividades diarias mejor con tratamiento que sin él. Aunque la medicación prescrita para tratar la dependencia de opiáceos afecta la capacidad de conducir de los pacientes, no todos los medicamentos (metadona, buprenorfina/naloxona) disponibles en el mercado son similares ni les afectan del mismo modo.
De esta manera, según el estudio, los profesionales sanitarios deberían considerar aquel tratamiento que afecte en menor medida la capacidad de conducir de los pacientes, en especial para los que deben ponerse al volante por motivos profesionales y para los cuales dejar de hacerlo no es una alternativa.
Por lo tanto, según las conclusiones del estudio, se ha asociado que conducir comporta menores problemas legales y es un factor de normalización para los pacientes que, en ocasiones, resulta necesario para su trabajo.
Por ello, afirma que se deberían tomar más medidas para garantizar que estos pacientes conducen con seguridad bajo prescripción médica, ya que coger el volante supone normalidad en sus vidas y una mayor posibilidad de reinserción social.
El trabajo concluye que los profesionales sanitarios deberían tomar conciencia de este problema, implicarse más y proporcionar a sus pacientes la medicación adecuada y la información necesaria.
(SERVIMEDIA)
27 Jun 2013
JCV/gja