Ibazeta se enfrentaba a un petición de dos años y diez meses de cárcel por los hechos que tuvieron lugar sobre las 23.00 horas del 1 de julio de 2012, cuando el entonces asesor personal del alcalde de San Sebastián se cruzó en el casco viejo de la ciudad guipuzcoana con tres seguidores de la selección española de fútbol que, portando una bandera nacional, festejaban el triunfo frente a Italia del combinado de Vicente del Bosque en la final de la pasada Eurocopa.

Los hinchas de ‘La Roja’ eran Iker Aitor Azpeitia, Gloria Vázquez Herraz y Raúl Cabello Vázquez, militantes del PSE. Según la Fiscalía, Ibazeta les amenazó de muerte al grito de “voy a sacar la pistola y os voy a dar dos tiros”, acompañando sus palabras con un gesto con el que simuló con su mano el estar disparando con un arma.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal, en cambio, concluye en la resolución dictada hoy que no ha quedado acreditado que Ibazeta amenazase de muerte a lo hinchas.

“Ni los gestos, ni las expresiones que se dicen proferidas aparecen grabadas en el video aportado, ni testigo alguno ajeno a los amenazados ha comparecido a fin de acreditar la certeza de ello”, señala la sentencia dictada hoy.

Los magistrados de la Audiencia Nacional tampoco consideran probado que el entonces asesor de Juan Karlos Izagirre (Bildu) comenzase posteriormente a lanzar platos de un restaurante a los aficionados.

Lo único que si considera probado el tribunal es que Ibazeta espetó a los hinchas un “Gora ETA militarra”, pero la sentencia señala que el exasesor de Bildu no había sido acusado por la Fiscalía por enaltecimiento del terrorismo.

RIÑA CALLEJERA

El tribunal, presidido por Alfonso Guevara, considera que se trató de una “riña callejera”. “La totalidad de las personas intervinientes en los hechos se encontraban en el momento de los mismos bajo la influencia de la previa y abundante ingesta alcohólica”, señala la sentencia.

La resolución indica asimismo que, según los hechos probados, fue uno de los hinchas, en concreto Iker Aitor Azpeitia, el que se dirigió a Ibazeta y, mientras le grababa con su móvil, le dijo “a grandes voces” en euskera “Soldado, ven aquí, soldado”.

Fue entonces cuando comenzó la discusión en la que, según los magistrados de la Audiencia Nacional, Azpeitia no dejaba de preguntarle a Ibazeta “qué había gritado”.

El entonces asesor de Bildu acabó espetando al hincha un “Gora ETA militarra”.

En base a estos hecho, la Sección Tercera de lo Penal concluye que “no concurren el requisito de gravedad y trascendencia” para condenar a Ibazeta por un delito de amenazas terroristas y destaca que “no consta provocación por parte del denunciado” y que, en todo caso, se trató de una “riña callejera”.

Los magistrados descartan asimismo que las amenazas puedan tener carácter terrorista.

“No puede apreciarse que un acometimiento verbal ente particulares, en la calle, en una zona de copas y tras un partido de fútbol puede tener como finalidad subvertir el orden constitucional”, indican los magistrados de la Sección Tercera.