El estudio, realizado por 13 expertos, pone también de manifiesto que la mitad de las viviendas rurales son anteriores a 1936, que el nivel de instrucción es inferior a la media y que el gasto en alimentación, vestido y calzado es "sensiblemente menor".

Todo ello se ha traducido en una "sensación de abandono y de pérdida de prestigio social" delmundo rural que ha producido un rechazo a la vida campesina por parte de sus propios moradores, especialmente de las mujeres y los jóvenes.

Esto, señala el estudio, puede llegar a producir un retroceso en el número de titulares de explotaciones agrarias "no solamente por problemas demográficos sino de rechazo social".

Para los autores del informe, la disminución de la población dedicada a la agricultura será particularmente intensa durante los próximos años en Galicia y Castilla y León.

En Glicia, hay 408.000 personas dedicadas al campo, el 24 por ciento de toda la población activa agraria española. En Castilla y León, hay otros 193.000, que también resultarán seriamente afectados por el proceso de ajuste que impondrá la Política Agrícola Comunitaria.

El abandono de producción afectará, sobre todo, a las zonas de montana y a los cultivos de secano distintos del viñedo o el olivar. El 85 por ciento de las superficie cultivada en España es de secano y el 40 por cien se dedica a los cereale, cultivo excedentario en el resto de la CE.

En cambio, Andalucía, que cuenta con 320.000 trabajadores del campo, tiene unas perspectivas más favorables, debido a su estructura agraria de grandes explotaciones, con necesidades de mano de obra temporal. La disminución futura de ésta dependerá de las posibilidades de mecanización de los cultivos de la región.

No obstante, el estudio recalca que "el histórico problema del desempleo agrario andaluz constituye uno de los más serios del mundo rural en l mediodía español. La situación actual puede considerarse como 'anestesiada' por los fondos y los programas destinados al empleo rural".

A juicio de los autores, la solución a este problema no debe basarse exclusivamente en el Plan de Empleo Rural (cuyo coste ascenderá a 114.000 millones de pesetas este año). Este sistema de paliar el desempleo "no puede ni debe ser permanente", añaden.

AGRICULTURA INTENSIVA

En cuanto a la agricultura del valle del Ebro y del Mediterráneo, el informe advierte ue el modelo basado en el minifundismo y el uso de fertilizantes, herbicidas, agua y mano de obra eventual "ha estado justificado hasta el momento actual por el propio éxito de este tipo de agricultura, pero la actual crisis aconseja abordar el futuro con una estrategia muy distinta, profesionalizando la agricultura y el sector comercial".

Con este informe, el Ministerio de Agricultura pretende abrir un amplio debate sobre el mundo rural en España, que culminará a principios de 1993 con un informe finl que se llamará "El futuro del mundo rural en España".

Según Pedro Solbes, ministro de Agricultura, con este debate se pretende "ofrecer un poco de optimismo para el mundo rural, un revalorización de su función en el seno de la sociedad y obtener una pauta para la coordinación de las actuaciones públicas en este campo".

Cuando quede terminado el informe final, en el que participarán expertos, miembros de las asociaciones agrarias y políticos, se llevarán a cabo las acciones necesarias en un contxto de desarrollo del mundo rural y protección del medio natural.

Desde el punto de vista social, lo que el Ministerio de Agricultura persigue es evitar el despoblamiento del campo y el deterioro de las situación socio-económica de sus trabajadores.