La trama, que operaba desde hacía años, traía semanalmente unos 250.000 euros en tabaco ilegal desde Andorra con destino a bares y pequeños comercios de Vizcaya, según informa la Policía Autónoma Vasca.

Cuatro de los detenidos en la operación, denominada ‘Kea’ y desarrollada por la Unidad de Investigación Criminal de la Ertzaintza de Álava, han ingresado ya en prisión preventiva. Además del delito de contrabando de tabaco se les acusa de organización criminal y blanqueo de capitales.

La investigación se inició hace un año tras las informaciones recibidas en varias Comisarías de la Ertzaintza. Ya desde los inicios de las pesquisas se determinó que la red estaba asentada en distintas localidades de Vizcaya como Durango, Santurtzi, Sestao, Galdakao o Amorebieta, donde contaba con diversos locales de almacenamiento. El tabaco ilegal procedía de Andorra y era introducido en España a través de la localidad de La Seu d`Urgell (Lleida), utilizando diferentes métodos para burlar la vigilancia fronteriza.

Posteriormente, por carretera y en muchas ocasiones utilizando vehículos-lanzadera para evitar los controles policiales, el tabaco era transportado hasta el País Vasco, donde integrantes de la red disponían de numerosos inmuebles tales como pisos, lonjas y, en especial, parcelas de garaje cerradas donde almacenaban la mercancía, para su posterior distribución en bares, kioscos, tiendas de golosinas y particulares.

VIGILANCIA SOBRE LOS CARGAMENTOS

La operación ha culminado este mes de mayo cuando estaban a punto de llegar desde Lleida dos cargamentos de tabaco de contrabando de importancia. Se estableció un dispositivo de vigilancia que detectó la llegada de los dos cargamentos, así como su posterior descarga y transporte a los garajes y lonjas que eran utilizados por la organización para el almacenaje previo al reparto al resto de la red. A partir de ese momento se procedió a detener tanto a las personas que habían transportado el tabaco de contrabando, como a miembros de la red de distribución.

Durante la operación, se practicaron un total de cinco entradas y registros en domicilios particulares, nueve garajes y lonjas que eran utilizadas como almacenes del tabaco. También se inspeccionó un establecimiento hostelero y una empresa de alquiler de vehículos, donde además del tabaco y el dinero anteriormente mencionado, fueron incautados una veintena de teléfonos móviles, pen-drives, ordenadores y documentación.