(VIDEO) Violencia género. Cinco turcas mueren cada día víctimas de la violencia de género

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MADRID
SERVIMEDIA

"Cinco mujeres mueren cada día, víctimas de la violencia de género en Turquía, que es el tercer país del mundo en número de mujeres muertas por esta causa", aseguró Safal Pavey, parlamentaria turca que se encuentra en España para participar en la Conferencia Sectorial 'La Confianza en las Mujeres: Una respuesta a los retos del siglo XXI para la ONCE y su Fundación'.

Pavey, en declaraciones a Servimedia, afirmó que aunque su país hace todo lo posible por asumir la legislación de la UE la realidad de la calle es otra "el respeto a las tradiciones pesa muchísimo todavía en la sociedad de mi país".

Relata como un hermano mató a su hermana sólo porque ésta había pedido en la radio una canción romántica que a la familia les pareció poco apropiada. "Las muertes de mujeres por 'defensa de la honra' son muy habituales en mi país. De nuevo, Turquía aparece en el tercer puesto del ranking de muertes de mujeres por esta causa, detrás de Pakistán y de Palestina", explicó la diputada, quien agregó que éstas comienzan a rebelarse de la situación opresiva en la que viven.

La diputada Safal Pavey es muy conocida en su país, ya que consiguió que las parlamentarias turcas pudieran llevar pantalones. "Se lo debo a mi pierna ortópedica, que está conmigo desde los 19 años, cuando sufrí un accidente en un tren en el que también perdi un brazo. A los parlamentarios les pareció que era mejor que no se viera la prótesis y de esta forma se permitió a las diputadas que llevaran pantalones". Sin embargo, puntualiza que no renuncia a llevar falda, "salvo cuando visito países en los que ha habido guerra y hay mucha gente que ha perdido alguna de sus extremidades, pero no tiene la suerte de poder tener una prótesis como la mía".

No sólo pelea en su país por la igualdad, sino también por la visibilidad de la discapacidad. "Soy una persona con discapacidad en un lugar en el que la discapacidad femenina es invisible. La discapacidad es considerada como una blasfemia".

En este sentido, Pavey manifestó que un parlamentario escribio un tuit en el que le decía que ya Dios la había castigado por blasfema haciendo que perdiera una pierna y que, sin embargo, seguía blasfemando porque no se había escondido en un rincón sino que había llegado hasta el Parlamento. "Estas cosas son las que me hacen seguir luchando. Necesitamos líderes de opinión que sean combativos en materia de igualdad, de derechos humanos", agregó.

A pesar de todo, tiene esperanza en que, poco a poco, los prejuicios ancestrales que campean en su país desaparezcan de una vez porque, reitera "es una cuestión de que prevalezcan los derechos humanos".

(SERVIMEDIA)
20 Mayo 2013
MAN/gja