El estudio analizó 200 juegos de luces de todas las gamas de precio, comercializadas en Alemania, Hungría, Eslovenia. Eslovaquia y Holanda, detectando fallos técnicos en sus tomas de corriente, cableados y aislamientos que podrían causar descargas eléctricas e incendios.

La mitad de los artículos estudiados procedían de China, mientras que el país europeo en el que más adornos con fallos de seguridad se venden es Hungría, donde el 95,7% presentaban graves riesgos para el consumidor.

En cambio, en Holanda solo el 56% de las luces navideñas adolecían de estos problemas, lo que según los autores del estudio se debería a que aquel país implantó hace 8 años un programa para supervisar la calidad de dichos productos.

La comisaria europea para la Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, ha anunciado que la autoridades nacionales y el sector redoblarán sus esfuerzos para eliminar del mercado productos que no cumplan la normativa de seguridad.

Kuneva también ha pedido a los consumidores que extremen la precaución a la hora de adquirir estos adornos, y tengan en cuenta que cumplen los requisitos de seguridad.