Éste, y la “mejoría clara” del índice de confianza del consumidor fueron los únicos aspectos del Barómetro sobre los que la vicepresidenta, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, no recurrió a la evasiva de que “el Gobierno no valora encuestas”, porque éstas son un instrumento para los partidos políticos.

Sí constató el “deterioro de las instituciones” en la imagen ciudadana, reflejada en que ningún líder político superó el 4 en la puntuación del Barómetro y sólo dos ministros el 3, pero se limitó a considerar “indispensable” lo que desde el Gobierno y todas las demás se pueda hacer para mejorar la confianza de la sociedad.

Por ejemplo, con medidas como la Ley de Transparencia y otras medidas de regeneración democrática que espera que recaben del resto de grupos el mismo apoyo que obtuvieron al ser presentadas en el Debate sobre el Estado de la Nación.