Según informó el Instituto Armado, como miembros de esta trama han sido detenidas 21 personas -16 de nacionalidad rumana y cinco españoles-. La banda estaba asentada en los poblados marginales madrileños de El Gallinero y la Cañada Real.

Se ha podido comprobar y esclarecer la comisión de al menos 98 robos de cobre cometidos en las provincias de Segovia, Ávila, Madrid, Albacete, Palencia, Valladolid, Cuenca, Ciudad Real, Granada y Toledo.

Entre los delitos esclarecidos se encuentran 87 robos de cable de cobre, de los que siete fueron en alumbrado público; 43 en generadores eólicos; 17 en huertos solares; 14 en autopistas y autovías; y cinco en estaciones y vías férreas. En total se apoderaron de 72 kilómetros de cobre.

Asimismo, se imputan a la banda desarticulada dos robos en viviendas y otros nueve delitos -atentado a agente de la autoridad, desobediencia grave, contra la seguridad vial y daños-.

Se han realizado ocho registros domiciliarios en las localidades de Madrid, Rivas-Vaciamadrid y Mejorada del Campo. En estos lugares se han localizado 1.000 kilogramos de cable de cobre listo para su venta; un arma corta; munición de 9 milímetros parabélum; 13.000 euros en metálico; joyas y seis vehículos de alta cilindrada.

ALTOS BENEFICIOS

El valor de lo sustraído y los daños originados superan el millón de euros, al tiempo que se estima en unos 300.000 euros los beneficios obtenidos por esta banda con la venta del cobre sustraído.

Las investigaciones comenzaron el pasado año, a raíz de varios robos cometidos en la autopista AP-6, en el término municipal de Guadarrama y en una planta fotovoltaica en la localidad segoviana de Brieva.

Tras varias gestiones, los agentes llegaron a la conclusión de que se trataba de una red que estaba relacionada con una serie de robos cometidos en diversas provincias del resto del territorio nacional.

Asimismo, la Guardia Civil pudo constatar que dicha organización estaba perfectamente estructurada y jerarquizada, con la única finalidad la comisión de robos con fuerza en las cosas, en su gran mayoría robo de cable de cobre. Por tal motivo, se procedió a la detención de todos sus integrantes de la red en las localidades de Rivas-Vaciamadrid, Mejorada del Campo, Getafe, Leganés y Madrid.

El grupo criminal se dedicaba a inutilizar grandes extensiones de alumbrado eléctrico y a sabotear aerogeneradores y plantas fotovoltaicas para extraer el cobre de dichas infraestructuras.

La red tenía su base operativa en el poblado marginal conocido como El Gallinero (Madrid), con ramificaciones en la Cañada Real Galiana y en la Cañada Real Merina. Desde este último poblado, los miembros de la organización salían a distintos puntos del territorio nacional para cometer su actividad delictiva.