Así lo anunció la presidenta del CNE, Tibisay Lucena, en una declaración difundida en España por la Embajada venezolana. Según precisó, una mesa de trabajo compuesta por técnicos de los partidos diseñará y auspiciará la investigación.

No obstante, recordó que representantes de las formaciones políticas ya auditaron las diversas fases del proceso electoral certificaron el funcionamiento del sistema automático de recuento y firmaron las respectivas actas sin señalar ninguna irregularidad.

Además, Lucena apuntó que, a solicitud del partido del candidato Henrique Capriles, a las garantías ya previstas por la ley se añadió, entre otras, la incorporación de un testigo por candidato en la sala de transmisión del Sistema de Información al Elector y de otro en la sala de contingencia de miembros de mesa.

Específicamente, acusó a Capriles de haber renegado de su conformidad inicial con los resultados cuando el CNE propuso ampliar la auditoría de verificación ciudadana, que permite contrastar los comprobantes de voto con las actas de escrutinio.

Del mismo modo, criticó al equipo del candidato por solicitar, a partir de ahí, nuevas "revisiones impracticables porque están fuera del rango de lo que comprende una verificación ciudadana y de lo aprobado en sesión, y otras que ya habían realizado ellos mismos, como es la auditoría al registro electoral y a la producción de los cuadernos de votación”.