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Rajoy pone en dudas las "políticas de estímulo" para salir de la crisis

- "Estamos en el umbral de invertir nuestra situación y las bases para conseguirlo son cada vez más sólidas"

- "No puedo de ninguna de las maneras estas satisfecho con los datos de crecimiento económico y de paro"

- Acusa a Rubalcaba de negarse a alcanzar acuerdos para no tener que asumir el coste de las reformas

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, puso en duda este lunes las "políticas de estímulo" como solución para salir de la actual crisis económica y utilizó el ejemplo del Plan E de Zapatero para demostrar que un mayor gasto "al final se acaba pagando".

Rajoy hizo estas declaraciones durante su intervención en la asamblea anual del Instituto de Empresa Familiar, donde pronunció un discurso de análisis de la situación económica antes de someterse a las preguntas de algunos de los socios.

A su juicio, "depende de qué tipo de estímulos" se apliquen a la hora de salir de la crisis puede generarse un beneficio para las empresas y los ciudadanos o, al revés, contribuir a hacer el problema más grande.

Rajoy defendió como bueno el Plan de Pago a Proveedores que el Ejecutivo puso en marcha justo hace un año para que las administraciones públicas abonasen a sus proveedores el dinero que les debían.

En cambio, criticó otro tipo de medidas de incentivo como el Plan E que José Luis Rodríguez Zapatero aplicó la legislatura pasada para financiar pequeñas obras públicas y que supuso un gasto público de más de 10.000 millones de euros. "Estas cosas al final se acaban pagando", sentenció.

UMBRAL DE LA CRISIS

Rajoy hizo balance de su primer año en La Moncloa ante los empresarios, especialmente tras los seis millones de parados registrados en la encuesta de la EPA dada a conocer la semana pasada y del plan de reformas que el Consejo de Ministros aprobó al día siguiente.

Afirmó que las reformas emprendidas en el último año han servido para dar un "cambio de rumbo" a la economía, hasta el punto de creer que ahora "estamos en el umbral de invertir nuestra situación y que las bases para conseguirlo son cada vez más sólidas.

"Sin alharacas, sin triunfalismos que a nada bueno conducen, manteniendo el rumbo y la intensidad en el esfuerzo, seguiremos trabajando por dejar atrás la recesión económica y darle a la sociedad española fundados motivos para recuperar la esperanza", dijo.

Rajoy reconoció que la salida de la crisis supone "un reto gigantesco" en el contexto actual y dio por hecho que ya se está produciendo "un nuevo escenario para nuestra economía" gracias a las medidas adoptadas en apenas quince meses de mandato.

Aseveró "sin ningún triunfalismo y con todas las necesarias dosis de prudencia que el clima ha cambiado" y que el balance es "positivo" porque se han conseguido sanear algunos de los obstáculos más importantes que existían en la economía.

NADA SATISFECHO

Rajoy ofreció un balance muy positivo de sus reformas a la hora de corregir las deficiencias del sistema en España y recalcó que "lo importante ahora es no perder el rumbo ni bajar la intensidad del cambio". Así rechazó enmendar las políticas que viene aplicando, tal y como le reclama al unísono la oposición.

El presidente del Gobierno reconoció que ahora "estamos peor que hace un año" en materia de empleo y crecimiento económico, porque hay más recesión y más de seis millones de parados.

"No puedo de ninguna de las maneras estar satisfecho con los datos de crecimiento y paro. Sería un insensato si lo estuviera", confesó ante los socios del Instituto de Empresa Familiar. Sin embargo, admitió estar "moderadamente satisfecho" con las reformas europeas y ofreció un balance "positivo" en el camino hacia la recuperación.

Rajoy asumió que las subidas de impuestos han sido contra su voluntad y su programa electoral pero indicó que no quedaba otro remedio ante los "problemas de recaudación muy importantes". A cambio, insistió en que tratará de bajar la presión fiscal "en cuanto se pueda" aunque ahora "no es bueno hacerlo".

Finalmente, Rajoy lamentó que "no ha sido posible llegar a acuerdos" con la oposición porque el PSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba no está "dispuesto a asumir el coste" de las reformas que el país necesita y subrayó que desde la bancada socialista no han aprobado "ninguna reforma estructural" de las que ha llevado el Ejecutivo al Congreso de los Diputados.

Rajoy manifestó que, aún así, su mano "siempre estará tendido a ellos" para llegar a acuerdos pero recalcó que no puede detener el ritmo de las reformas para buscar consensos porque tiene que asumir su responsabilidad al frente del Gobierno para tratar de invertir la situación económica.

(SERVIMEDIA)
29 Abr 2013
PAI