En una nota de prensa, la Cumbre Social reclamó "la liberación inmediata del presidente de AUME, la reposición de los daños causados a su persona y la finalización inmediata del hostigamiento al asociacionismo militar, impidiendo los usos tendenciosos del Régimen Disciplinario".

Abundando en este tema, denunció que el arresto de Bravo por reclamar en un medio de comunicación que los recortes presupuestarios en Defensa se apliquen a los actos y festejos superfluos, supone "un ataque directo a la dura labor del asociacionismo militar, que nos muestra la peor cara del controvertido Régimen Disciplinario".

Según criticó, la aplicación del mismo "deja sin sanción las insinuaciones golpistas de algunos militares de alta graduación, mientras que muestra toda su dureza contra quienes pretenden modernizar y mejorar nuestras Fuerzas Armadas desde la lucha pacífica y democrática".

Para la Cumbre Social, que reconoce a AUME como "parte integrante de los movimientos sociales que se esfuerzan por buscar la justicia social y la amplia democratización de nuestro país", pues esta asociación ya se adhirió a movilizaciones ciudadanas contra los recortes, el asociacionismo militar es "una lucha democrática, legal, legítima y necesaria", que ayuda a "acercar sociedad civil y uniformados" y, de paso, a"aislar cualquier expresión antidemocrática que surja desde el seno de las Fuerzas Armadas".