La presentación de esta iniciativa tuvo lugar en el marco de la jornada 'Innovando en Discapacidad', un encuentro organizado por Fundación ONCE y Ashoka para abordar la innovación social y su aplicación en el ámbito de la discapacidad.

El ginecólogo alemán explicó cómo surgió la idea, hace cinco o seis años, de que fueran mujeres ciegas las que pudieran desempeñar esta tarea dada su especial sensibilidad a la hora de poder detectar un pequeño bulto imperceptible para cualquier otra persona.

El proyecto incluye un sistema normalizado de orientación para los examinadores de mama –sólo mujeres- basado en tiras braille. Se compone de cinco tiras adhesivas colocadas alrededor del pecho, escritas en braille y con coordenadas de color que permiten determinar cualquier anormalidad o bulto.

Según dijo, un estudio realizado por Essen University’s Women’s confirmó que en 450 casos estas evaluaciones intermedias (MTEs) lograron detectar más tumores que los médicos y de menor tamaño.

En su explicación sobre el proyecto, Hoffmann recalcó que estas y otras iniciativas revelan que "todo el mundo puede contribuir al bien social". "No hay nadie que no puede hacer nada". "La discapacidad no es realmente discapacidad, es capacidad para hacer otras cosas".

En la actualidad un total de 20 mujeres han sido formadas en este programa y un total de 18 hospitales ya ofrecen esta prueba en sus consultas ginecológicas. En los próximos cinco años, según sus previsiones, 70 mujeres con discapacidad visual habrán recibido esta formación.

"Nuestro objetivo es establecer un programa de formación que pueda llegar a 300 ó 400 mujeres". En octubre, la iniciativa se trasladará a Austria.

El encuentro también contó con la presencia de Antonella Broglia, consultora de Infonomía y Organizadora de Tedx Madrid. En su exposición puso la mesa una decena de proyectos sociales puestos en marcha por emprendedores que han permitido a diversos colectivos salir de la situación en la que se encontraban. En todos ellos, explicó, se ha tenido en cuenta el talento de las personas independientemente de su situación económica, de cuestiones de desigualdad social o de discapacidad.

Aseguró que los impulsores de todos ellos, al igual que la mayoría de los emprendedores, lo son desde niños. Por ello, destacó la importancia de que se estudie empatía en las escuelas, "una herramienta para empezar cualquier emprendimiento social", aseveró. "Si miro un problema y me afecta haré algo por cambiarlo".

Por último intervino Al Etmanski, del proyecto PLAN, una empresa social pionera que ayuda a personas con discapacidad a asegurar su futuro más allá de la protección de sus padres y que ha creado una red amplia de apoyo basada en familiares y amigos de la personas con discapacidad.

Según explicó, se trata de que una persona con discapacidad identifique mediante una red amplia de contactos a 10 personas que estarán presentes a lo largo de su vida y con quien comparte intereses comunes. El objetivo es paliar la inseguridad que provoca en este colectivo y en sus familiares quedarse al amparo de los servicios sociales en el caso del fallecimiento de los padres.

PLAN apoya a sus más de 100 miembros familiares, ofrece información y servicios a más de 10.000 familias en Canadá y se mantiene en comunicación con más de 60.000 familias. Además, PLAN está organizando un movimiento nacional de familias canadienses para promover reformas institucionales como la creación de un Plan de Ahorros y el fondo ‘No one alone’ (Nadie solo), para acabar con el aislamiento y la soledad de las personas con discapacidad.

La jornada reunió en Madrid a emprendedores sociales de otros países que han querido compartir los proyectos que están desarrollando en este ámbito.