Esta fue una de las propuestas que hizo CiU durante la comparecencia del presidente del Gobierno en el Congreso para informar de la última cumbre europea de los días 14 y 15 de marzo.

Los convergentes analizan los resultados de la cumbre con una "sensación de gran desengaño" por sus "conclusiones muy generalistas" y por la ausencia de medidas concretas en favor de la reactivación económica.

"La economía española no admite ni más austeridad, ni más presión fiscal. Sólo seremos capaces de reducir el déficit cuando la economia vuelva a crecer y se creen puestos de trabajo", advirtió el portavoz de CiU.

Bajo su punto de vista, "hace falta algo más que optimismo para salir de esta situación" y aunque transmitir optimismo desde el Gobierno es positivo, éste debe ir acompañado de "actitudes que supongan un cambio radical en políticas económicas y sociales a muy corto plazo. Hay que buscar soluciones para pasado mañana".

CiU incidió nuevamente en su reclamación de que el Ejecutivo exija una flexibilización de los objetivos de reducción del déficit a la Unión Europea y que después traslade esa flexibilización a las comunidades autónomas para 2013 y 2014.

Sánchez Llibre incidió en especial sobre el hecho de que esta "crisis galopante" está golpeando a las clases medias que poco a poco se están convirtiendo en clases pobres y reclamó "alguna idea brillante e innovadora", tales como la creación de un banco malo, que pueda solucionar "situaciones desesperadas".

En cuanto al rescate de Chipre, Sánchez consideró que fue "completamente desacertado" que puso en riesgo los depósitos menores de 100.000 euros, y pidió garantías de que ha sido "un caso excepcional y no extrapolable a otros países".