Según explicó la Dirección General de la Policía, la investigación se inició en marzo de 2012 sobre una red de sociedades mercantiles dedicadas al alquiler por horas de habitaciones de lujo en las que se ofrecían supuestos servicios de catering por un importe muy elevado.

Las prostitutas integrantes de la banda seleccionaban a los clientes de mayor poder adquisitivo de un local de alterne madrileño y les suministraban un ‘cóctel de drogas’ capaz de anular su capacidad de decisión y memoria. Durante el periodo en el que estaban bajo los efectos de las drogas, sus cuentas bancarias presentaban cargos muy elevados practicados en terminales punto de venta (TPV) del entramado de empresas de alquiler de habitaciones.

Estos cargos se realizaban cuando las víctimas eran trasladadas a las habitaciones, ubicadas en un céntrico ático de Madrid. Las cantidades llegaron a ascender a 40.000 euros cobrados a través de una sola tarjeta y por servicios o consumiciones inexistentes.

Según la Policía, se han recibido 17 denuncias de presuntas víctimas de la banda, a las que se habrían defraudado más de 330.000 euros, aunque el número de víctimas podría ser muy superior.

Entre los 11 detenidos figura el máximo responsable de la organización. Además, se han registrado tres domicilios y han sido requisados 15 terminales de punto de venta y 70 gramos de sustancia estupefaciente que está siendo analizada.