Tezanos alerta contra los riesgos de las listas abiertas y la proporcionalidad estricta
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José Felix Tezanos, director de la Revista “Temas”, cuyo Consejo de Redacción preside Alfonso Guerra, alerta en el último número de los riesgos de las listas electorales abiertas y de la aplicacion de criterios estrictos de proporcionalidad, por entender que no solucionarán los problemas del sistema electoral y pueden, incluso, agravarlos.
En un análisis sobre “Sistemas electorales, poder y democracia”, Tezanos toma como ejemplo las últimas elecciones en Italia y concluye que la inclinación a ver en los sistemas electorales la causa de los problemas de algunas democracias “es un exponente de la confusión y falta de rigor que existe en determinados círculos”.
Se pregunta, en ese sentido, si alguien ha hecho una proyección minuciosa de los efectos que tendría la aplicación de listas abiertas en España o en otros países.
En su opinión, más allá de la cercanía entre los ciudadanos y sus representantes, lo que caracteriza a una democracia madura es la existencia de “alternativas reales frente a situaciones que algunos consideran calamitosas y especialmente nocivas en términos sociales y humanos”, y que después de las elecciones el resultado posibilite “un gobierno seguro y estable al tiempo que las posiciones que hayan sido minoritarias no desaparezcan prácticamente de los Parlamentos”.
Subraya que los sistemas mayoritarios son los que más responden a la lógica de listas abiertas, pero son los que conducen a un mayor grado de desaparición de las formaciones y candidatos con menos votos.
Cree, además, que lo propio de los planteamientos progresistas es pensar en términos “de apoyos a proyectos y no a personas”, es decir, que lo determinante es “el proyecto que se postula para arreglar determinados problemas y carencias, y cuál es el partido que respalda dicho proyecto, y no en qué grado resulta más o menos simpática, agradable o cercana una persona que nos pide que le votemos con su mejor sonrisa profiden”.
Por otro lado, prosigue, los sistemas electorales basados en criterios de estricta proporcionalidad “pueden dar lugar a Parlamentos tan divididos y fragmentados que no sea posible formar ningún tipo de gobierno, y en los que suelen resultar necesarias coaliciones tan complejas e inestables que, al final, lo que predomina es un politiqueo ramplón y un mercadeo tan complicado y, a veces, tan antinatural que casi todos los votantes quedan insatisfechos y frustrados”.
Sentencia que, cuando en una democracia no se hace políticamente lo que considera adecuada la mayoría y prevalecen los criterios e intereses de una minoría, se está incumpliendo el principio básico de la democracia”, y eso es lo que ocurre en muchos lugares.
Cree que la complejidad de las sociedades actuales hace difícil la formación de mayorías sociológicas, y considera que ese debe ser el centro del debate sobre los sistemas electorales, las alternativas frente a las tendencias de fragmentación y los correspondientes problemas de gobernabilidad.
“Pero lo que no existe es una panacea, una solución mágica que pueda dejar satisfechos a todos, como postulan los apóstoles de la nueva buena de las listas abiertas”. De hecho, advierte, pueden propiciar mayor fragmentación y debilidad de la política frente a otros poderes, y de ahí “los intereses que concurren en este debate y que, lejos de aclararlo, tienden a empañarlo y plantearlo en términos apriorísticos y cuasi-mágicos”.
El problema, en su opinión, es el profundo malestar ciudadano ante la “catastrófica evolución económica, laboral y social” que se ha visto en Italia con el voto de rechazo de unos ciudadanos que hoy respaldan a un candidato novedoso y “mañana pueden votar a un neofascista confeso o a un líder líder radical que enarbole la bandera del rechazo y de la reivindicación de los criterios de la mayoría”.
“El problema de fondo actual es un problema de funcionalidad de la democracia, un problema que no se va a solucionar ni con un poco de magia o de fetichismo barato, ni con un simple brochazo. Menos aún con fantasmagoría demagógica”, asegura, y señala la “autentificación de fondo de los procesos democráticos como única solución.
Tezanos concluye recordando una reciente intervención pública en la que Guerra aseguraba que para ganar elecciones “lo fundamental es tener suficientes votos” y no se deben transferir responsabilidades a leyes que solo tienen “un carácter instrumental”.
“Y para tener votos, sobre todo en épocas de incertidumbre e inestabilidad, lo más importante es tener ideas claras, pensar en términos de soluciones, ser capaz de sintonizar con lo que prefieren y necesitan amplios sectores sociales y defender los criterios propios de manera clara. Es decir, Política (con mayúsculas) en
estado puro”, concluye.
(SERVIMEDIA)
01 Abr 2013
CLC