Bajo el lema 'Seguimos en lucha contra el expolio de nuestras vidas y nuestros derechos', la marcha busca denunciar el desmantelamiento del “ya deficiente Estado del bienestar, el brutal retroceso de los derechos laborales tras la reforma laboral y la progresiva privatización y recortes de servicios públicos”, como sanidad, educación, servicios sociales y atención a la dependencia.

Esto “deriva los costes hacia las mujeres, relegándolas nuevamente al espacio privado”, apunta la coordinadora feminista promotora de la marcha. En consecuencia, “empeoran nuestras condiciones de vida, aumenta nuestra pobreza y se acrecenta la desigualdad entre hombres y mujeres”.

En su manifiesto, la coordinadora también denuncia “los recortes en políticas de igualdad, sobre todo en las ayudas dirigidas a la erradicación de la violencia de género”, y el retroceso “en los derechos sexuales y reproductivos de la mujer que ya ha anunciado el ministro de Justicia”.

Reivindica asimismo el “incuestionable derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, afectos, sexualidad y maternidad”, y la obligación por parte del Estado de “garantizar el acceso libre, seguro y gratuito al aborto”, que debe “desaparecer del Código Penal”.

La manifestación partirá de la plaza de Jacinto Benavente a las 20.00 horas, y como novedad este año recorrerá parte de la calle de Alcalá -en lugar de la de Atocha-, para terminar en Cibeles.

Junto a los asistentes, un centenar de mujeres participarán en la ya tradicional batucada reivindicativa, un baile con el que amenizarán la marcha hasta su llegada a Banco de España.