Así lo declaró a Servimedia el secretario general de Cooperación Internacional para el Desarrollo, Gonzalo Robles, quien defendió la necesidad de vincular la ayuda a la consecución de cierta estabilidad, a fin de asegurar “eficacia” y un empleo adecuado de los recursos.

Según señaló, “ahora hay una hoja de ruta, respaldada por la UE, que implica también la celebración de elecciones”. “De aquí al verano se prevén una serie de proyectos que tienen que ver con la estabilidad política e institucional, sobre todo en el norte del país, y con la celebración de comicios", apuntó Robles.

Ello significará el retorno de los programas de servicios sociales básicos y de seguridad alimentaria, muy necesarios en países que como Mali sufren hambrunas cíclicas. Además, “a partir de las elecciones vendrá la gran inversión de la Unión Europea, donde hay 150 millones de euros pendientes“ de destino, añadió el secretario general.

Robles quiso también subrayar que más allá de los problemas políticos, toda la región del Sahel cae en crisis alimentarias por desastres naturales de forma recurrente.

"Hay 19 millones de personas que de forma cíclica padecen situaciones de inseguridad alimentaria en el Sahel, con independencia de los vaivenes políticos", y de ahí la necesidad de programas de ayuda, concluyó.