En una entrevista en Antena3 recogida por Servimedia, aventuró que la situación generada por la discrepancia entre PSOE y PSC “va a acabar muy mal para los socialistas”.

En su opinión, todo parte de que el Cataluña y en Euskadi los socialistas intentaron “copiar” el discurso nacionalista y acabaron “arrollados” por ellos. Ahora cabe una reacción “más enérgica” aún del nacionalismo español y el PSOE se verá en un “terreno de nadie” en el que puede volver a ser arrollado.

Ante la evidencia de que el PSC “es más nacionalista que socialista”, cree que la pregunta ahora es si el PSOE sigue siendo un partido estatal, y su respuesta es que la “E” de Español “comienza a debilitarse” como no había sucedido en sus más de cien años de historia.

Rodríguez Ibarra cree que los socialistas han sido “tradicionados” dos veces en su historia, primero por ETA cuando se permitió la amnistía y después demostraron que eran unos “ciminales” que luchaban “contra España, no contra el franquismo”, y después por los nacionalistas, al no aceptar la esencia del Estado.

Aseguró que “no diría tanto de Pere Navarro” como llamarle “golpista”, pero reiteró que “intentar saltarse la Constitución” es propio de golpistas, y eso es lo que ocurre cuando se defiende un referendum para decidir unilateralmente. “Cuando lo hizo Tejero era golpista, y cuando lo hace el Parlamento de Cataluña es también golpismo”.

El drama es, en su opinión, que los demócratas “no sabemos reaccionar” a un ataque a la Constitución cuando se produce desde dentro del propio sistema.

Sobre el futuro de Carme Chacón ante esa discrepancia, cree demostrado que PSOE y PSC son dos partidos diferentes y los estatutos del PSOE “no permiten” que alguien que no milita en sus filas se presente a la Secretaría General.

Dado que su objetivo parece ser “unir” al PSOE y al PSC, Ibarra cree que Chacón tiene “un futuro esplendoroso” presentándose a la Primera Secretaría del PSC.

Si el PSC sigue “perdiendo su carácter socialista y derivando a un proyecto puramente nacionalista”, cree que no habrá más salida que una ruptura total y que el PSOE concurra a las elecciones en Cataluña “con nuestra identidad”. “No vamos a perder mucho”, apostilló, dado el resultado de las últimas elecciones.

Aunque le una “mucha amistad” con el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, del que cree que es “un tipo excelente”, le advirtió de que tiene “un problema”. “El 92% dice que no se fía de él, y eso es un problema”, aseguró.

Además, insistió en su tesis de que quien pierde elecciones tiene que irse, y “ahora perdemos y ascendemos”. La situación de Rubalcaba, precisó, nada tiene que ver con la de Felipe González antes de 1982, porque en aquel momento el PSOE iba “hacia arriba” y ahora pierde apoyo.