Según informó a Servimedia un portavoz de la Oficina de Comunicación Pública del Cuartel General del Ejército, en cuya sede están instalados dichos teléfonos, entre 20 y 30 llamadas de familiares de los soldados son recibidas diariamente en los dos números, 532 75 71 y 531 06 29.

Explicó que el principal motivo de las llamadas no es la seguridad de lo militares, como podría parecer, sino para lamentarse, principalmente las madres de los legionarios, de que éstos no las llaman, al igual que ocurrió cuando la guerra del Golfo.

"Continuamente recibimos las llamadas de las mamás porque son con las que no se ponen en contacto, es decir, ellos supongo que llamarán a las novias y a los amigos, pero a las mamás y a los papás los olvidan", afirmó.

La siguiente preocupación de los familiares de los legionarios es sobre su alimentación, y, concretamene, si ésta es suficiente.

Por el contrario, la seguridad de los legionarios ocupa el tercer lugar de las preguntas ya que, a juicio de las mismas fuentes, los familiares la tienen más asumida. No obstante, agregó que algunas madres llamaron a los teléfonos para expresar su enfado con los responsables del Ministerio de Defensa por decir que se asumen las bajas.

La información facilitada en los dos teléfonos es genérica sobre el estado de los militares en su conjunto, facilitando, asimismo, la diección a la que los familiares pueden enviar las cartas, giros o paquetes a los legionarios. Para ello, cada jueves parte un avión estafeta con el correo.

Sin embargo, en caso de algún acontecimiento urgente, como el fallecimiento de algún familiar, los encargados de los teléfonos se ponen en contacto directo con el soldado.

Además, a partir de las seis de la tarde, unos contestadores automáticos sustituyen a las dos personas encargadas de atender estas llamadas. En ellos, los familiares pueden djar sus mensajes y sus teléfonos, y el Ministerio de Defensa se pone en contacto al día siguiente.

Los responsables de estos teléfonos de información prevén que a partir de ahora las llamadas versen sobre los posibles permisos de los legionarios para pasar las navidades en sus casas, como hoy preguntó la madre de un soldado.