ETA. Un libro afirma que un topo de ETA recibió 600.000 euros de ‘finiquito’ por parte del Estado
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Un topo de ETA habría recibido un ‘finiquito’ de 600.000 euros por parte del Estado tras ayudar a detener a varios terroristas que estaban al mando del excabecilla de la banda 'Txeroki'.
Este dato aparece en el libro 'Los de la ETA han asesinado a tu hij', del que son autores los periodistas David Fernández y José Antonio Gutiérrez y que ha sacado al mercado la editorial Libros del K.O.
Este libro, que se presentará el 8 de marzo en Madrid, reconstruye el asesinato el 1 de diciembre de 2007 en Capbreton (Francia) de los guardias civiles Raúl Centeno, de 24 años, y Fernando Trapero, de 23. Los agentes fueron asesinados por un comando de ETA en el aparcamiento de una cafetería.
Este trabajo de investigación analiza si este crimen fue un “atentado premeditado” o un “encuentro fortuito”. Además, los periodistas autores de 'Los de la ETA han asesinado a tu hijo' entran también a examinar el funcionamiento de la organización criminal y revelan algunos secretos de la lucha antiterrorista en España.
En este sentido, David Fernández y José Antonio Gutiérrez explican cómo la Guardia Civil usó un topo para detener entre 2007 y 2009 a etarras que estaban al mando de Mikel Garikoitz Aspiazu, alias 'Txeroki', que por esas fechas era el responsable de los comandos de la banda criminal.
“HOMBRE CELOSO”
A este respecto, según el contenido del libro, el Instituto Armado tuvo la suerte de beneficiarse de la situación de “un hombre celoso” que actuó por venganza. En concreto, un colaborador de ETA de 50 años decidió colaborar con las Fuerzas de Seguridad tras enterarse de que su mujer mantenía una relación con otro “veterano colaborador” de la banda terrorista.
Según los autores de 'Los de la ETA han asesinado a tu hijo', se trató de una “historia de cuernos”, ya que este marido despechado “se presentó como voluntario” tras contactar con un mando antiterrorista destinado en Guipúzcoa.
Este topo pertenecía al 'aparato de mugas' de la banda, formado por simpatizantes que esconden en sus casas a los etarras que van a cruzar la frontera (‘muga’ en euskera). Esta parte de la entramado terrorista también apoya a los comandos “en el camino inverso”, es decir, a introducirse clandestinamente en España para atentar.
El topo tenía mucha información que ofrecer a cambio de satisfacer su despecho. Sin embargo, su pacto con los servicios de información, no duraría mucho. Un par de años después de empezar a colaborar con las Fuerzas de Seguridad del Estado, el topo enfermó de cáncer y exigió dinero para un tratamiento.
Los periodistas autores de este libro afirman que la Guardia Civil decidió terminar la “relación contractual” con este topo y se le dieron 600.000 euros por los servicios prestados.
(SERVIMEDIA)
03 Mar 2013
NBC/gja