En un comunicado, Denaes criticó que el contenido del editorial denota "oscuras advertencias y veladas amenazas" a los magistrados del Constitucional ante la posibilidad de que puedan echar abajo algunos conceptos básicos del estatuto.

Afirmó que se trata de una "coacción intolerable para someter la independencia del Tribunal Constitucional al arbitrio de un proyecto político" con tintes nacionalistas.

Recordó que fue en ese mismo espíritu con el que se tramité un estatuto sin consenso "ni siquiera en el seno del gobierno catalán", ya que de haberse hecho de otra forma podría evitarse lo que ahora está ocurriendo.

"Queremos afirmar que el nuevo estatuto es una parte esencial de un proyecto político que supone un grave quebranto y retroceso a la necesaria internacionalización de la economía de Cataluña como reflejan los datos después de tres años de vigencia del mismo", dijo.

Asimismo, apuntó que "la difícil situación a la que se ha llegado al tener el Tribunal Constitucional que pronunciarse sobre un Estatuto votado por los ciudadanos de Cataluña hubiera podido evitarse si se hubiera aceptado recuperar el recurso previo. Evidentemente, no se hizo porque se pretendía utilizar el finalmente escuálido referéndum -apenas un 35% del censo lo refrendó- como un arma de presión sobre el Tribunal".