Tal sugerencia constituía el objeto de una de las propuestas de resolución registradas por el PSOE como consecuencia del Debate sobre el Estado de la Nación. Justificaba la reforma de la Constitución en que "España está viviendo una encrucijada histórica", uno de cuyos elementos, pero sólo uno, sería la organización territorial propiamente dicha.

En relación a ésta, el PSOE recordaba su apuesta por "avanzar hacia un modelo federal" que asegure la "clara implicación de las comunidades autónomas en la gobernabilidad conjunta", así como por la "necesaria reforma del Senado" y la "clarificación de la distribución de competencias entre el Estado y las comunidades autónomas".

Sin embargo, además de la tensión entre el soberanismo catalán y las "posiciones recentralizadoras", los socialistas mencionaban la crisis económica, la fractura social, la desafección ciudadana y la necesidad de apertura y transparencia de los partidos.

Igualmente, enumeraban como motivos para reformar la Constitución los cambios que supone la pertenencia a la UE, la globalización, los avances en la igualdad de género, la ineficacia o duplicidades de la Administración y la justicia y la protección del sistema social.

Todos estos "problemas planteados en la justificación" de la propuesta aconsejaban al PSOE la creación, "mediante los procedimientos reglamentarios", de la citada ponencia en el seno de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados. Los socialistas consideran que, ante este cúmulo de problemas, hacen falta "soluciones constructivas, la recuperación del diálogo y la confianza mutua".